Desde
que Bernini terminó en 1667 el encargo del papa Alejandro VII de
construir un lugar que uniera a católicos y no católicos, la plaza
de San Pedro del Vaticano se ha convertido en el punto de
referencia para los cinco continentes. La plaza de San Pedro está
llena de mártires, papas, teólogos y doctores de la Iglesia los 365
días del año representados por las 140 estatuas que se encuentran sobre las 284
columnas que rodean la plaza. Pero además de estos 140 santos
situados sobre las columnas, en la basílica continúa el desfile de
estatuas. Y es que la decoración de la gran obra de Bernini no
terminó hace cuatro siglos dado que todavía hoy se siguen colocando
estatuas de santos, ahora en la parte exterior de la basílica. Entre
San Pablo y San Anastasio y ocupando el lugar 61, la escultura de San
Vicente mártir se instaló en el 1702 siendo su autor Francesco
Pincellotti en su primer trabajo conocido. Su altura es de
tres metros y está realizada en mármol Travertino. Como curiosidad diremos que se pagaron 80 escudos al autor por su obra.