Las primeras noticias de la Iglesia de San Vincenzo en Vicenza se
remontan al siglo XIII, cuando se construyó una capilla de San
Vincenzo en el Palatium Vetus de la Municipalidad. En la segunda mitad del
siglo XIV, durante el reinado de los Scaligeri, el culto a San Vincenzo
adquirió un nuevo vigor. En 1385 comenzó la construcción de una pequeña iglesia apoyada
contra la pared del Peronio, en la gran audiencia de la ciudad, construcción
que se completó en 1387, el año en que los Visconti dominaron la ciudad. La iglesia, situada frente a la basílica palladiana, se
construyó en el lugar donde se encontraba la Cámara Tributaria Scaliger y desde
1486 se incorporó al Monte di Pietà y fue modificada por Francesco Muttoni, que
anuló su orientación. El mismo arquitecto también fue responsable de la
transformación del pequeño interior (1499), restaurado en 1927.
La fachada, construida entre 1614 y 1617 y restaurada en 2000-02, consta de dos
logias que se superponen a tres arcos y se completa con un relieve con la Piedad,
de Giovan Battista Albanese (1617), y con cinco estatuas de santos mártires, en
el centro de la cual se encuentra San Vicente (los otros son Carpoforo,
Leonzio, Felice y Fortunato). En el interior, el altar principal es la
pintura de Antonio Balestra “Virgen y Niño con los santos Vicente y Lucas”
de 1711, pero la obra maestra de la iglesia es, sin duda, el grupo de mármol
que representa la Deposición de Orazio Marinali.