La Basílica de San Apolinar el Nuevo es
un templo cristiano de la ciudad italiana de Rávena. Inicialmente se
consagró para el culto arriano, al ser construido por orden del rey
ostrogodo Teodorico el Grande en 505; tras la conquista
bizantina del año 540, fue habilitada para el culto católico y
forma parte del conjunto monumental de ocho edificios de Rávena inscritas en la
lista del Patrimonio de la Humanidad en 1996. Como todas las
iglesias de Rávena del periodo imperial, ostrogodo y bizantino, también
San Apolinar el Nuevo cuenta con unos singulares mosaicos. En este caso
debemos fijarnos en los que rodean su nave central para ver una procesión de
santos de la que mostramos a S.Policarpo, S.Vicente, S.Pancracio y S.Crisógono que exhiben la corona de su martirio y cuyos
nombres pueden ser distinguidos en latín sobre los halos dorados de sus cabezas.