La localidad vasco francesa de Ustaritz tiene una rica
herencia religiosa materializada en una iglesia de Saint-Vincent reconstruida en
estilo neogótico en la segunda mitad del siglo XIX. Se caracteriza por una
estructura de hierro fundido, siendo uno de los primeros edificios construidos
con este material, pionero para su época. Pero si destaca por algo es por
los magníficos murales del coro, obra de André Trebuchet, completados entre 1940-1950 por los que el el pintor A.
Wild realizó para el ábside. El convento de las Hijas de la Cruz (Seroren
Komentua), que acoge a la comunidad del mismo nombre, está aquí establecida
desde 1829 con vistas al río Nive. El edificio es objeto de registro como monumento
histórico desde el 3 de agosto de 2001 .