En el año 1941 la iglesia de San Vincenzo del monasterio de Bassano Romano ya sufría muchísimos años de abandono junto con una pequeña caseta anexa en su fachada
derecha donada por el príncipe Inocenzo Odescalchi al Abad Luigi Merluci
que era el procurador general y representante legal de la congregación
Silvestrina. Esta iglesia fue hecha construir en torno al año 1631 por Vincenzo
Justiniani y fue dedicada al mártir español San Vicente. La
intención del mecenas era convertirla en el centro de culto y mausoleo de su ilustre familia.
El proyecto de esta iglesia es seguramente obra de Delmaderno, arquitecto que ya
había trabajado en San Pedro. Así llegaron los primeros monjes para rehabilitar
toda la iglesia y la cámara anexa con la reparación de la nueva estructura de
la edificación. En el interior del santuario se puede ver una réplica de tamaño
natural de la Sábana Santa conservada en Turín. La iglesia es destino de
peregrinaciones por ser lugar donde se invoca en particular la misericordia
divina y el don de la paz.