martes, 10 de febrero de 2015

André Reinoso nos regala una bella mirada mística de un San Vicente con aires portugueses.

Considerado uno de los pintores portugueses más importantes de la primera mitad del siglo XVII, con obra documentada entre 1610-1641, André Reinoso ejecutó un conjunto de pinturas destinadas a la decoración de varios espacios de la catedral de Lamego en tiempos del episcopado de D. Martim Afonso Mexia (1614-1620), D. João Coutinho (1626-1635) y, eventualmente, de D. Miguel de Portugal (1636-1643). En este óleo sobre tela la figura de bulto de San Vicente destaca sobre el fondo paisajístico y se advierte una especial preocupación por la elegancia en el modelado de los tejidos y una mirada mística del santo que dirige sus ojos al cielo con un colorido luminoso y cálido influenciado por el naturalismo sevillano.