Antonio Cifrondi
fue un artista de Bérgamo que desarrolló su carrera pictórica a caballo entre los siglos XVII y XVIII,
encuadrándose como un pintor italiano del barroco tardío. Cifrondi fue un
artista itinerante, estableciéndose allí donde estaba la demanda de su arte. La iglesia actual de San Vincenzo Martire de Cerete
Basso, donde se halla la obra que nos ocupa, data de mediados del 1400 y es
probable que se construyera sobre las
ruinas de una iglesia anterior antes del año 1000. La magnífica escena de
Cifrondi que ocupa el altar mayor del templo representa a un San Vicente al
que se le están aplicando los suplicios del fuego y las raederas mientras
diversos personajes que componen la escena adoptan papeles de verdugos, centinelas
y espectadores.