Tenemos dos magníficos ejemplos, aparte del ya
conocido de Estruch, de obras pictóricas pertenecientes al Colegio del
Patriarca de Valencia y que representan a nuestro San Vicente Mártir. La
primera de ellas nos consta genéricamente que pertenece al S.XVII y algunos la
atribuyen al artista Borrás aunque se acepta su autoría anónima en los datos
genéricos de la obra. Este San Vicente de rostro envejecido luce una bella
dalmática roja y presenta sus atributos del libro y cruz en aspa mientras pisa
una rueda de molino. Tras él, un enigmático paisaje inspirado en la
arquitectura romana cierra la escena. Por otro lado, un San Vicente en gloria
también de autor anónimo abandona sus objetos iconográficos, rueda, palma y
libro, para posarlos en el suelo. Esta obra de 1594 nos muestra tras la figura
principal la escena de su cuerpo abandonado en un paisaje más tétrico que el
anterior. Una recia columna acompaña al santo en la mirada que dirige al cielo.