Nicola Malinconico fue un pintor nacido en Nápoles en
1663, siendo adscrito al tardobarroco. Hijo
del también pintor Andrea
Malinconico, inició su formación en el taller paterno y en compañía de su
hermano mayor, Oronzo. Con dedicación ya a la pintura de historia entró en
contacto con Luca Giordano, de quien llegaría a ser estrecho seguidor. En
1693, tras marchar Giordano a España, se le encomendó completar el gran lienzo
del Martirio de san Alejandro para su altar de la catedral de
Bérgamo que aquel había dejado inacabado y diez lienzos para la iglesia
de Santa María la Mayor de la misma Bérgamo. Hacia 1700 intervino en
la decoración de la catedral de Gallipoli. Hombre vanidoso y dado a la
ostentación, obtuvo en 1703 el título de caballero y en 1706 el de conde, «co'
quali titoli a gran caratteri sottoscriveva il suo nome nelle opere ch'ei
dipingeva» (título con el que firmaba con grandes caracteres las obras que
pintaba).