El Palazzo Marino, situado en la plaza de la Scala en Milán,
es la sede civil de la administración municipal milanesa desde el 9 de
septiembre de 1861. Encargado por el banquero y comerciante
genovés Tommaso Marino, fue embargado por la administración pública en el
año 1577 por las grandes deudas de la familia, pasando luego a la
familia del banquero Emilio Omodei, financiero del gobierno español. Luego fue
definitivamente adquirido por el estado en el año 1781. Una de sus
estancias, la Sala della Trinità, parece una capilla gentilicia que inserta en
sus muros frescos provenientes de la antigua iglesia tardomanierista de San
Vito in Pasquirolo ya que esta sala era el oratorio del edificio en su origen. También
en esta sala se encuentra un fresco del cinquecento proveniente del monasterio benedictino femenino
de San Vincenzino, atribuido a Giovanni da Lomazzo en el que se representa a
San Vincenzo Martire con hábito de diácono y sus atributos.