En "La Glorificación de San Vicente" de Pedro Alexandrino de Carvalho, en la Catedral de Lisboa, aparece un San Vicente arrodillado y rodeado de ángeles y, en la zona triunfante, recibe a Cristo resucitado entre nubes que le entrega la palma laureada en premio a su martirio. San Vicente aparece vestido con su clásica dalmática roja de diácono en postura genuflexa y devota. En contraste, los angelitos que revolotean alrededor confieren un tono casi festivo a sus rostros. Pintor muy famoso en su época, nació en el año 1729 en Lisboa y falleció en 1810 en la misma ciudad. Sus obras, que incluyen óleos, témperas y frescos se encuentran en su gran mayoría en iglesias de la capital.