martes, 15 de mayo de 2012

La tabla de San Vicente de Tomás Giner en el Museo del Prado.


El estilo de Jaime Huguet tuvo una amplia repercusión en la Corona de Aragón. Entre los seguidores del pintor catalán destacó este maestro anónimo que algunos especialistas han identificado con Tomás Giner, pintor del altar mayor de la Seo de Zaragoza en 1459 y al servicio del futuro Fernando el Católico en 1473. Se le llamó Maestro del Arzobispo Dalmau de Mur por trabajar para él.

Este bello óleo sobre tabla de San Vicente de 185x117 cm. procede de una de las capillas de la catedral zaragozana. Ubicada en el Museo del Prado, en ella el santo aparece ocupando la mayor parte de la superficie pictórica, vistiendo una rica casulla y pisando el cuerpo de un musulmán ataviado a la moda andalusí del momento. A los pies del santo encontramos, en una proporción mucho menor, al donante en actitud de oración, mientras que tras el santo se sitúan dos ángeles, uno de ellos tocando un instrumento musical. San Vicente lleva atada al cuello la piedra de molino con la que se intentó hacer desaparecer su cuerpo en alta mar y en la derecha hallamos la cruz en la que murió, portando en su mano derecha la palma del martirio y un libro. Los fondos dorados son un elemento típicamente gótico pero el detallismo y el colorido más vivo son notas tomadas de la pintura flamenca. Este formaba parte de un retablo dedicado a San Vicente con destino a su capilla en la Seo de Zaragoza del que, en la actualidad, se conserva esta pintura como tabla central del titular y dos laterales (San Valero y San Lorenzo y San Martín y Santa Tecla), en el Palacio Arzobispal de Zaragoza.