La Iglesia de San Vicente de Toledo figura como parroquia ya en 1125, si bien, existe documentación que habla de que fue fundada por Alfonso VI poco después de la conquista. Sin embargo, de la iglesia mudéjar queda sólo el ábside que podría datar del S.XIII y que es conocido en Toledo como el Cubillo de San Vicente. El conjunto quedó desfigurado al añadirse en el eje un gran escudo barroco y abrir dos vanos para la iluminación de la capilla mayor y de una cripta.
El templo consta de una sola nave, con capillas laterales a ambos lados, separadas de ésta por pilares rectangulares, que sostienen arcos semicirculares de herradura. Estas capillas se añadieron en la época gótica, probablemente en la segunda mitad del siglo XIV, como parecen indicar los únicos restos conservados en las capillas situadas en el lado del evangelio: Dos bóvedas de crucería, una de ellas con terceletes, y las celosías de estuco con tracería de lado. El cuerpo de la iglesia fue reedificado en los siglos XIV y XV, siendo la torre de finales del XVI, que armonizaba su estructura con el resto de las torres medievales pero siendo su planta romboidal y no cuadrada. La decoración al fresco fue realizada por el genovés Alejandro Semino, a cuya muerte se encargó a El Greco el retablo de la Asunción, que fue terminado en 1615. A finales del siglo XVI, se planteó la rehabilitación del edificio pues sufría grandes daños en la estructura. Se eliminó la torre mudéjar, construyendo una nueva en 1599 con trazas de Nicolás Vergara, el Mozo. El templo estaba situado justo al lado de las casas de la Inquisición y se abrió al estrecho callejón que lo separaba de la Universidad de Lorenzana cuando se construye este edificio a finales del sigo XVIII. Decir asimismo que se encuentra sin culto desde el año 1842 en que fue suprimida la Parroquia y que fue museo provincial, aulas universitarias y ahora es lugar de activa vida cultural.
El templo consta de una sola nave, con capillas laterales a ambos lados, separadas de ésta por pilares rectangulares, que sostienen arcos semicirculares de herradura. Estas capillas se añadieron en la época gótica, probablemente en la segunda mitad del siglo XIV, como parecen indicar los únicos restos conservados en las capillas situadas en el lado del evangelio: Dos bóvedas de crucería, una de ellas con terceletes, y las celosías de estuco con tracería de lado. El cuerpo de la iglesia fue reedificado en los siglos XIV y XV, siendo la torre de finales del XVI, que armonizaba su estructura con el resto de las torres medievales pero siendo su planta romboidal y no cuadrada. La decoración al fresco fue realizada por el genovés Alejandro Semino, a cuya muerte se encargó a El Greco el retablo de la Asunción, que fue terminado en 1615. A finales del siglo XVI, se planteó la rehabilitación del edificio pues sufría grandes daños en la estructura. Se eliminó la torre mudéjar, construyendo una nueva en 1599 con trazas de Nicolás Vergara, el Mozo. El templo estaba situado justo al lado de las casas de la Inquisición y se abrió al estrecho callejón que lo separaba de la Universidad de Lorenzana cuando se construye este edificio a finales del sigo XVIII. Decir asimismo que se encuentra sin culto desde el año 1842 en que fue suprimida la Parroquia y que fue museo provincial, aulas universitarias y ahora es lugar de activa vida cultural.