
Muestra una clara diferenciación de volúmenes en sus diferentes fases constructivas. La construcción románica original consta de una sola nave, presbiterio y ábside semicircular. En el siglo XVI se le añaden dos capillas laterales en su lado norte, así como la sacristía y la torre. La otra capilla que posee y el pórtico de la entrada en el lado sur datan del siglo XVII. Posee planta rectangular y cubre la nave con bóveda apuntada, mientras que capillas y sacristía cubren con bóveda de cañón. La decoración del interior del templo está realizada con pinturas datadas en 1774 de tipo popular, con elementos arquitectónicos, jarrones y motivos vegetales. El ingreso al templo está cubierto por un pórtico cubierto con bóveda de cañón con lunetos mediante una portada en arco de medio punto. Posee tres arquivoltas apoyadas sobre columnas talladas en una sola pieza. Son particulares los capiteles los cuales están labrados con representación de motivos geométricos y esquemáticos y el relicario y la imagen del santo. El ábside presenta al exterior una sucesión de pilastrillas sobre las que apoyan una serie de ménsulas talladas bajo la techumbre. La torre, construida igualmente en sillarejo, presenta un alto cuerpo cuadrangular cubierto con un chapitel octogonal.