
Del templo de San Vicente decir que originariamente fue un ejemplar románico que probablemente estaba situado en la actual calle Mayor. A mediados del siglo XVI se decidió construir la actual iglesia, de considerables mayores dimensiones, y, llevados por sus aspiraciones de grandeza, promovieron el nombramiento de Colegiata comprometiéndose a edificar una iglesia suntuosa y a proveerla de todo lo necesario para su esplendor. A su paso por esta villa en el año 1585, Cock, como cronista de Felipe II dijo “la iglesia de este pueblo es nuevamente fecha de piedra con un campanario dedicada a San Vicente Mártir”. Se nombró Colegiata en el año 1560 por una bula apostólica del Papa Pío IV con su correspondiente cabildo de canónigos, beneficiados y sacerdotes. Su denominación fue “Colegiata insigne del Señor San Vicente” y habiendo sido las gestiones para conseguirlo muy laboriosas pues la minuta de gastos ascendió a 900 libras “por traer presto la bula”. Se trata de un bello ejemplar del gótico aragonés tardío que sigue patrones del gótico mediterráneo y que consta de una nave y bóveda de crucería adornada con preciosos medallones y tiene capillas entre sus contrafuertes. Esta Colegiata fue una de las cuatro que tuvo el obispado de Lérida en la zona oriental de Huesca junto con Roda, Monzón y Tamarite. En el año 1841 fue afectada por la desamortización y en el año 1851 fue suprimida la Colegiata pasando a ser sencillamente parroquia distinguida de su término. Ya con la contienda civil de 1936 desaparecieron muchos de sus tesoros litúrgicos que podían competir con los de algunas catedrales. La actual abadía anexa a la parroquia es un buen ejemplo del estilo arquitectónico aragonés y está construida con ladrillo de los siglos XVII y XVIII con una fachada con arcuaciones en su parte superior. En Albelda, antaño, la víspera de la fiesta se realizaba una mezcla explosiva con maderas, piedras y un detonante que en un momento inesperado provocaba un ruido atronador. Desde hace unos años se celebra la "Festa del Tosino”. Por la mañana hay desayuno con chocolate y pastas. A media mañana se ofrece el almuerzo compuesto por cerdo a la parrilla. Al mediodía la comida consiste en consomé y caldereta de cerdo ya que se matan media docena de tocinos para invitar a los asistentes. Es la fiesta de la matanza por excelencia.