miércoles, 19 de noviembre de 2008

Del fenómeno de las persecuciones religiosas y de la de Diocleciano a San Vicente.


Uno de los episodios más cruentos de la historia de las religiones es sin duda el de las persecuciones que se produjeron en los primeros siglos del cristianismo por los emperadores romanos . Antes del suceso que nos ocupa , emperadores como Nerón , Domiciano , Trajano , Adriano , Antonino Pio , Marco Aurelio , Septimio Severo , Maximino Tracio , Decio y Valeriano impulsaron furibundas persecuciones que acabaron con la vida de muchos cristianos que sufrieron martirio por su fe. Pero ya en los albores del Siglo III, la provincia de Esclavonia , en la zona de Hungría, ve nacer al emperador Diocleciano de una familia sierva para alcanzar la dignidad de Emperador en el año 284 . En su segundo año de imperio nombró como Césares a Maximiano Hercúleo , a Galerio Maximino , a quién esposó con su hija Valeria , y a Constancio Cloro , al cual maridó con Teodora que era familiar de Maximiano . En su dominio territorial Diocleciano permaneció en Egipto , Maximiano gobernó África , Galerio luchó contra los persas y Constancio permaneció en la Bretaña . Tras apaciguar su imperio con victorias notables, Maximiano le conminó en Nicomedia que impulsara una cruel persecución contra los cristianos , que a la postre fue la última de los emperadores romanos, y por ello publicó un Edicto el 23 de febrero del año 303 en el que ordenó que se destruyeran los templos levantados por los cristianos para su culto, que se quemaran sus libros sagrados , que se les separara de los cargos públicos y al fin que se les condenara a muerte . Antes de la venida del Prefecto Publio Daciano que fue el comisionado por el Emperador para cumplir su edicto en Hispania , ya habían caído torturados entre otros el pontífice Cayo y su hermano Gabino junto a su hija Susana en Roma . En Sevilla lo hicieron Justa y Rufina por haber derribado la estatua de la diosa Salambona (Venus) y Santa Marina en Galicia . Y en la Mauritania el prefecto Agricolao martirizó a Marcello Centurión junto a sus doce hijos . Pero cuando Publio Daciano hizo su entrada en Hispania todas estas persecuciones se recrudecieron y la sangre corrió a raudales . Tal fue su poder que la inscripción de uno de los mojones de término que hay entre Beja y Ébora lo señalaba como Prefecto único de toda la Hispania . Así ,en la cruel geografía de sus persecuciones viniendo de la Galia, empezó por la Tarraconensis para martirizar a Félix, Víctor , Oroncio , Vicente y Aquilina en Gerona y a Cucufate y Eulalia en Barcelona . En Zaragoza se cebó con Santa Engracia y dieciocho personas más que la acompañaban . En la provincia Cartaginensis no tuvo reparos en decapitar a los niños Justo y Pastor en Alcalá de Henares y hacer lo mismo con Leocadia en Toledo .
Se cree que para poder ir a Valencia y protagonizar junto al juez Rufino los episodios del martirio de San Vicente delegó en Calfurniano las persecuciones en la región de la Lusitania . Así , en Ávila martirizó al Vicente que procedía de Talavera de la Reina y que junto a sus hermanas Sabina y Cristeta se guarda memoria en la magnífica Basílica de San Vicente de aquella ciudad . En Mérida castigó a Santa Eulalia , en Lisboa castigó a Verísimo , Máximo y Julia , en Braga a Victor , en Burgos a Centolla y Elena , en Sigüenza a Liberata y en Melgerza a Quiteria . Y finalizó en la Bética con Zoilo en Córdoba, Ciriaco y Paula en Málaga y Bonoso y Maximiano en Jaén , entre otros . Las cárceles, que estaban reservadas antes para los delincuentes comunes, se llenaron de obispos, presbíteros y diáconos, como nos escribe Eusebio de Cesarea. Esta era la táctica seguida fielmente por Daciano para , tras todos los tormentos, colocar piedras de elogio a sus emperadores con leyendas que rezaban : AMPLIFICATO PER ORIENTEM ET OCCIDENTEM IMPERIO ROMANO ET NOMINE CRISTIANORUM DELETO , QUIM REM PUBLICAM EVERTEBANT / SUPERSTITIONEM CRISTIANORUM UBIQUE DELETA ET CULTO DEORUM PROPAGATO . Pero lo cierto es que la historia nos dice que ,a pesar de todo, Diocleciano perdió la esperanza de exterminar el cristianismo y renunció a su título en favor de Cayo Valerio Galerio Maximino Daza en Milán el 1 de Mayo del año 305 . Pocos años después la paz religiosa fue conquistando el imperio para crear un mundo nuevo ...