viernes, 10 de mayo de 2013

Las piezas supervivientes del Retablo de San Vicente y San Lorenzo de Morella.

El Retablo de San Lorenzo y San Vicente es una obra atribuida al entorno artístico de Jordi de Déu, que debió realizarse en torno a 1375 – 1385 y que se conserva en el Museo de la Arciprestal de Santa María de Morella. Los fragmentos conservados que forman parte de este antiguo retablo de piedra caliza se hallaban dispersos entre el museo de la iglesia arciprestal de Morella, la Puerta de los Apóstoles del mismo templo y el que procede de la Iglesia parroquial de san Juan Bautista de Morella. Todos estos fragmentos tienen una homogeneidad cronológica, estilística e iconográfica común. El retablo presenta a los dos santos titulares bajo un doselete que debió terminar en una aguja o pináculo según los cánones habituales. En ambos lados y en dos flancos, sendos pasajes narrativos con escenas de sus vidas coronados por una galería de arcos y gabletes en el que aparecía la Anunciación en escenas separadas y las figuras de dos profetas. En la predela e inscritos en medallones tetralobulados se aprecia a Cristo Varón de Dolores, la Virgen y a San Juan, que no se conserva, y otros santos, posiblemente apóstoles.
Se desconoce la fecha en que se realizó el retablo para la capilla del mismo nombre en la arciprestal de Morella. Su tipología remite a otros retablos de piedra realizados a finales del siglo XIV y vinculados a talleres reales o a la llamada Escuela de Lleida. No obstante, por el tipo de arquitectura empleado recuerda las obras del discípulo de Jaime Cascalls, Jordi de Déu, ciudadano de Valencia, realizadas en la década de 1380, si bien la estructura del retablo morellano es más simple y arcaizante, por lo que hay que pensar en una cronología anterior coincidiendo con la etapa desconocida aún del taller del maestro Jordi en tierras valencianas antes de ser reclamado por el rey para trabajar en Poblet. Otro dato a tener en cuenta para su datación lo hallamos en Segura Barreda, quien nos dice que el primer beneficio en honor de San Vicente Mártir en la iglesia arciprestal de Morella lo instituyó Jaume Roselló en 1375, lo que corroboraría la cronología planteada. Desgraciadamente la decadencia del culto a estos santos a mediados del siglo XVII y su deteriorado estado de conservación supuso el declive de esta singular obra.