jueves, 30 de mayo de 2013

El retablo de San Vicente, obra de León Picardo en el Museo Diocesano de Burgos.



León Picardo fue un pintor español al que se le supone origen francés, concretamente de Picardía y de ahí su apellido, activo en Castilla durante el primer tercio del siglo XVI. Este autor fue muy prestigioso en su época pese a que hoy se le considera un artista de calidad discreta. Debió disponer de un amplio taller para atender sus encargos y su actividad económica más productiva fue la de dorador-estofador de retablos. De las muchas obras que se le atribuyen, la única documentada es en 1524, el Retablo de San Vicente, que pertenecía a la iglesia de Santa Casilda de Briviesca, Burgos, a la vez que se encargó de hacer la policromía en sus paredes. Dicho retablo se conserva en el Museo Diocesano de Burgos que se halla en el claustro de la Catedral. Este retablo consta de tres tablas principales: el pináculo de la Crucifixión y dos más bajas laterales que representan el martirio de San Vicente en el ecúleo y el cuervo que, con la ayuda de otros pájaros y una pareja de ángeles, protege su cuerpo de los animales salvajes.



lunes, 20 de mayo de 2013

La pintura al temple de San Vicente de Juan de la Abadía en el Museo Lázaro Galdiano.



Esta pintura al temple sobre tabla dedicada a San Vicente Mártir que se encuentra en el Museo Lázaro Galdiano formaba parte del cuerpo de un retablo datado en 1474 en su calle lateral derecha. Esta pintura y su compañera, dedicada a San Lorenzo mártir, pertenecieron a un mismo retablo como se manifiesta por la similitud de tamaño, fondo e iconografía. En esta se representa al santo diácono Vicente, joven e imberbe, revestido con atavíos diaconales, alba, dalmática y manípulo. En posición erguida, apoya su mano derecha sobre una rueda de molino, su atributo habitual, y sostiene la palma martirial con la mano izquierda. El suelo reproduce un pavimento de azulejos de variada policromía, detrás de la figura hay un muro hasta media altura de color rosa, y en la parte de arriba una decoración dorada con motivos vegetales en relieve. El autor de esta pintura es el pintor oscense Juan de la Abadía "el viejo" (1469-1498) el cual realiza un modelo similar al que lleva a cabo en el retablo mayor de la iglesia de San Vicente de Labuerda (Boltaña, Huesca). Otra tabla de este autor se encuentra en el Museo Goya de Castres.

viernes, 10 de mayo de 2013

Las piezas supervivientes del Retablo de San Vicente y San Lorenzo de Morella.

El Retablo de San Lorenzo y San Vicente es una obra atribuida al entorno artístico de Jordi de Déu, que debió realizarse en torno a 1375 – 1385 y que se conserva en el Museo de la Arciprestal de Santa María de Morella. Los fragmentos conservados que forman parte de este antiguo retablo de piedra caliza se hallaban dispersos entre el museo de la iglesia arciprestal de Morella, la Puerta de los Apóstoles del mismo templo y el que procede de la Iglesia parroquial de san Juan Bautista de Morella. Todos estos fragmentos tienen una homogeneidad cronológica, estilística e iconográfica común. El retablo presenta a los dos santos titulares bajo un doselete que debió terminar en una aguja o pináculo según los cánones habituales. En ambos lados y en dos flancos, sendos pasajes narrativos con escenas de sus vidas coronados por una galería de arcos y gabletes en el que aparecía la Anunciación en escenas separadas y las figuras de dos profetas. En la predela e inscritos en medallones tetralobulados se aprecia a Cristo Varón de Dolores, la Virgen y a San Juan, que no se conserva, y otros santos, posiblemente apóstoles.
Se desconoce la fecha en que se realizó el retablo para la capilla del mismo nombre en la arciprestal de Morella. Su tipología remite a otros retablos de piedra realizados a finales del siglo XIV y vinculados a talleres reales o a la llamada Escuela de Lleida. No obstante, por el tipo de arquitectura empleado recuerda las obras del discípulo de Jaime Cascalls, Jordi de Déu, ciudadano de Valencia, realizadas en la década de 1380, si bien la estructura del retablo morellano es más simple y arcaizante, por lo que hay que pensar en una cronología anterior coincidiendo con la etapa desconocida aún del taller del maestro Jordi en tierras valencianas antes de ser reclamado por el rey para trabajar en Poblet. Otro dato a tener en cuenta para su datación lo hallamos en Segura Barreda, quien nos dice que el primer beneficio en honor de San Vicente Mártir en la iglesia arciprestal de Morella lo instituyó Jaume Roselló en 1375, lo que corroboraría la cronología planteada. Desgraciadamente la decadencia del culto a estos santos a mediados del siglo XVII y su deteriorado estado de conservación supuso el declive de esta singular obra.