El óleo sobre tabla que representa el lanzamiento a las aguas del cuerpo de San Vicente Mártir cuya autoría se atribuye al llamado Maestro de Villalobos, que estuvo activo en el S.XV, es una pieza del retablo dedicado a San Félix y hecho para la Catedral de León que hoy se encuentra disperso. Su tamaño es de 106x81 y, siendo de propiedad privada, se expuso en la casa Christie´s de Londres para ser subastado. Parte de su belleza radica en la ingenuidad de las expresiones gestuales de las figuras que lo componen y la tristeza contenida e infantil de sus rostros. Ropajes y ademanes dejan entrever una notable influencia flamenca en su ejecución.