Rómulo de Florencia (1350-1370), conocido como Maestro de Estopiñán, fue un pintor activo en Cataluña durante la segunda mitad del S.XIV. Su única obra conocida es el Retablo de San Vicente, procedente como hemos dicho de Estopiñán, obra que estuvo en la colección de Luís Plandiura y procede de la ermita de San Miguel Arcángel. Se trata de un tríptico de estilo italo gótico de influencia florentina que perdió el banco o predela que tuvo en su origen y que representa a San Vicente en la tabla central, de pie, vestido de diácono, portando libro y palma de martirio. A sus pies en tamaño diminuto dos donantes arrodillados, uno con hábito dominico y un guerrero con sus blasones heráldicos. Sobre el santo aparece la Crucifixión de Cristo. En las tablas laterales se representan doce episodios de la vida de San Vicente, los cuatro últimos relativos a su martirio. En los coronamientos triangulares de las tablas laterales se representan la Visita de las Marías al Santo Sepulcro y el "Noli me tangere" o aparición de Cristo a María Magdalena tras su resurrección. Hay otra teoría que dice que el autor pudo ser Ramón Destorrents, famoso pintor de Zaragoza de la época.