Del exterior de la pequeña pero preciosa Iglesia de San Vicente de Vió destaca su ábside. Consta de un atrio cubierto por una bóveda de cañón bajo el que se resguarda la puerta, y en ella un cartel indica que es propiedad privada. De estilo románico lombardo, conserva el característico friso de arquillos ciegos y sobre él una galería decorada con los llamados "dientes de sierra". La iglesia, de nave única, está cubierta, a la manera románica, con bóveda de medio cañón. Tanto la torre como el pórtico han sido añadidos en épocas posteriores.
Sin embargo, el mayor tesoro de esta iglesia son las pinturas murales del S.XIII que cubrían su ábside. Estas representan a Cristo en Majestad con los Tetramorfos (cuatro evangelistas), la Epifanía y una escena del Martirio de San Vicente. Permanecieron ocultas hasta el S.XIX y en el año 1976 fueron arrancadas y trasladadas al Museo Diocesano de Barbastro. En su interior se puede contempla una réplica de las mismas. La pequeña construcción data del S.XII y presenta una sola nave de medio cañón ligeramente apuntado . En el S.XVI se le añadirán finalmente varios espacios.