
Especial es el hecho de que diez mil velas y antorchas iluminan el recorrido de la «Procesión de los Faroles» de Fuentesoto, donde se ha consolidado esta tradición religiosa en honor a San Vicente. La iniciativa, que organiza la asociación cultural que lleva el nombra del santo, consiste en la celebración de una ceremonia religiosa iluminada exclusivamente por las pequeñas llamas que se colocan en calles, balcones y ventanas de este municipio de 170 habitantes, enclavado en el fondo de un valle de la comarca de la Pedriza. La Procesión de los Faroles transcurre entre la ermita de San Vicente y la iglesia parroquial de San Pedro. Las raíces de este singular desfile se remontan a principios de la década de los 90, cuando la Junta restauró la ermita románica de San Vicente. Los vecinos decidieron entonces comprar una imagen del santo que ahora se sitúa en el altar. Cada año, a mediados de Agosto, la imagen era subida al pueblo, para que estuviera presente durante las fiestas que se celebraban en honor al mártir. Fue entonces cuando a varios vecinos se les ocurrió organizar una procesión nocturna con faroles, concluyendo la comitiva en la iglesia de San Pedro.