Castilla es el territorio de España donde más provincias cuentan con alguna iglesia dedicada al santo. En Ávila tenemos la iglesia rural de Muñopepe desde la que parten las procesiones dedicadas al Santo, la también rural y solitaria de La Venta de San Vicente en Tolbaños y la de Peñalva de Ávila que se sitúa en un paisaje sereno de colinas suaves y campos de cereales. Además es el patrón de la localidad de San Vicente de Arévalo que le dedica con devoción su topónimo.
En Burgos destacan por sus dimensiones la de Villanueva de Tobera que se sitúa en el Condado de Treviño y se rodea de grandes extensiones de cereales, la de Arroyo de Valdivielso con sus soportales de entrada y la majestuosa de Susinos del Páramo con una gran torre cuadrada y portada románica con capiteles ajedrezados. Misteriosas se nos presentan la románica de San Vicente de Villamezán, situada en la elevación de un promontorio, la de Santurde de Medina y su soportal de entrada , la de Mundilla de Valdelucio con su estructura singular, la preciosa iglesia de Garoña con un encanto reconocido y situada en el Valle de Tobalina, la recia y elegante de Páramo del Arroyo, la compacta y bien conservada de Quintanilla Socigüenza en un pueblo de Villarcayo de propiedad privada y los restos de la solitaria iglesia de Andino cuyo único habitante denunciaba que se llevaron los sillares de la iglesia para otra construcción. La iglesia de Castresana de Losa tiene tres naves y practica un curioso lenguaje de campanas para avisar a sus vecinos de distintos acontecimientos, siendo la de Bezana una bonita iglesia que fue convertida en cocina en la Guerra Civil y en la que se profanaron sus sepulturas. Muy curiosa es la historia de la de San Vicente de Frias pues se halla en el extremo de un cortado rocoso y para poder reconstruir la torre que se vino abajo tuvo que venderse al Museo de Los Claustros de Nueva York la anterior portada de la iglesia que allí se exhibe. Huellas románicas nos quedan en San Martín de las Ollas que es una pequeña aldea en las altas cimas cantábricas y la de Quintanilla de Pedro Abarca que data del siglo XIII y tiene un elegante ábside semicircular. También tiene trazas románicas la iglesia de Entrambosrios con una curiosa inscripción del donante en su campana siendo también románico el calvario que se encuentra en la sencilla iglesia de Villanasur- Río de Oca, llamada así por el nombre de la familia de sus pobladores. Grandes torres de base cuadrada encontramos en Cabezón de la Sierra junto con su majestuoso pórtico, la de La Nuez de Abajo con su gran arco de medio punto y la de Portilla , aunque hoy cubierta de maleza pero resistiendo a caer. En San Vicente del Valle, cuyo patrón es el santo, tenemos la iglesia visigótica más antigua que se dedica a la Asunción y que es usada actualmente para la exposición de estelas, arcos y pilastras y en Villagonzalo Pedernales la iglesia se levanta sobre seis columnas que se asemejan a palmeras góticas. Más recia y de estilo castellano con una gran torre con reloj es la de Trespaderne, contando Urria con una bonita iglesia con curioso soportal de entrada y puerta neoclásica con reloj. También es curiosa la historia de la iglesia de La Ventilla o Villayuda pues la moderna iglesia se construyó vendiendo la anterior a un particular, habiéndose quedado solitaria y desconcertada en medio de un polígono industrial. Un resto evocador tenemos en Villota pues fue un pueblo abandonado en 1967 y cuya iglesia se usó como granja para ganado. Como ermitas destacamos la enigmática del siglo XII de Valdebodres, también llamada de Rumiazo o Sobrepeña, con su bonito ábside restaurado y la de Plagaro en la que destacan sus frescos y que era usada como cementerio colocándose los cuerpos en una huesera sin caja. En estado de abandono tenemos la de San Vicente de Maluca en Cebrecos con una preciosas portadas. Desgraciadamente las ermitas de Arauzo de Miel y Orbaneja del Castillo desaparecieron, ocupando la primera una fábrica de maderas .
Iglesias y ermitas de San Vicente en Castilla I (Burgos y Toledo)
