sábado, 5 de noviembre de 2016

La Basílica de San Vicente en Lieja (Bélgica).


La ausencia de informaciones precisas nos impiden situar la fecha de fundación del primer santuario que dio lugar a la actual Basílica Parroquia de San Vicente en la ciudad belga de Lieja. Hay indicios que hacen remontar su creación a los principios del siglo XII bajo en mandato de Obispo Balderico II pero esta es una suposición que no descansa bajo ninguna base documental. Pero lo que se puede afirmar es que Fetinne, la zona donde se halla esta iglesia, se constituyó en parroquia separada de cualquier otra sobre el año 1300. También se puede decir que la iglesia y su cementerio particular junto con varios monumentos funerarios en forma de cruz que se apoyan contra el muro de la vieja iglesia datan del siglo XIV. Por otra parte, hay un grabado de un artista desconocido que representa el cementerio de Fetinne en el año 1785. Añadimos que la demarcación de la parroquia de San Vicente pertenecía a la circunscripción de la parroquia de Santa Verónica. La historia de esta iglesia, también llamada de Fetinne, es un rosario de infortunios pues sufrió muchísimos desastres por su situación geográfica al estar en un territorio más bajo del nivel del mar que convertía al edificio en particularmente vulnerable en caso de fuertes lluvias. Por otro lado los acontecimientos militares le causaron grandes daños. Hay que resaltar que una de las inundaciones más desastrosas fue la que se produjo en el año 1643 cuando la iglesia fue arrasada por las aguas de los rios Fourchu Fose con las de Lameuse y el santuario fue reconstruido un cuarto de siglo después de este siniestro sobre el año 1669. Los planos sobre los que se basó esta reconstrucción del arquitecto Robert Tousaint. Este es un enorme edificio, de aspecto excepcionalmente atractivo y realizado en hormigón armado, que se dota de una cúpula central que sujetan ocho pilares en filas dispuestas octogonalmente y sus cúpulas forman cuatro ábsides. En el año 1902, la zona de Laourte que se halla cerca del edificio se cerró para las necesidades de la exposición universal de ese año y el propio edificio se destruyó para ser reemplazado más tarde por la iglesia.