miércoles, 1 de abril de 2009

En memoria de la antigua ermita de San Vicente de la Roqueta y su pasado glorioso.


Mientras prisiones y lugares martiriales del santo se sucedieron en el entorno de la Almoina y la Calle del Mar , el hito del abandono de su cuerpo en el muladar tuvo lugar a las afueras de la ciudad lejos de la muralla romana y en el entorno de actual Plaza de España . Este era un lugar donde existía una roqueta y un humilladero cubierto llamado “Creu del Miracle” y que estaba muy cerca del Monasterio de San Vicente Mártir , lugar que después guardó el sepulcro del Santo. Esa denominación de Roqueta se aplicó tanto a la ermita que se construyó en dicho Muladar en recuerdo del Santo como al antiguo monasterio mencionado.
El origen de esta denominación hay quien piensa que es debido a que fue el lugar donde se le ató al Santo la rueda de molino al cuello. Otros piensan que era debido a una pequeña elevación que se producía en aquel entorno pantanoso en que estaba el lugar ,pero es más comúnmente aceptado que se debió a que en el interior de la ermita existió hasta el siglo XVIII una cueva que bien pudo ser bautizada por el pueblo con este nombre. Sus características constructivas y lo profundo de sus cimientos llevan a pensar que pudo ser un resto anterior a la conquista islámica. La cercanía de la Vía Augusta y la necrópolis paleocristiana del monasterio adjunto vendrían a dar razón a esta teoría y que pudo remontarse a la época visigoda. Es muy posible que en los años posteriores a la conquista de Valencia por Jaime I se levantase algún tipo de construcción en el lugar que bien pudo ser una pequeña ermita similar a las llamadas “iglesias de reconquista”.
Ya a finales del siglo XIV se planteó un edificio acorde con la importancia del lugar que devino en un santuario de planta cuadrada y de carácter gótico levantino llevado a cabo por la Abadía Cisterciense de Poblet y su priorato. Su puerta principal consistía en un arco de medio punto adornado con una moldura y una bóveda estrellada que estaba situada en el centro del camino Real de Játiva. Hasta el siglo XVIII no se hicieron reformas en la ermita gótica y en el año 1738 se arrasó esta junto con la cueva que contenía el “llit de Sant Vicent”, que era una escultura de San Vicente acostado , por ser un obstáculo para la remodelación prevista y pasando a colocarse dicha escultura en una urna acristalada. Asimismo, para asegurar que este nuevo santuario barroco y su espléndido altar estuviesen continuamente cuidados ,se adosó al edificio una vivienda destinada a un ermitaño y que elegía el Prior del Monasterio de San Vicente. Con la invasión francesa de España , las tropas napoleónicas levantaron un campamento en la zona de la Roqueta con pésimas consecuencias para huertos y edificios pues las tropas usaron la carpintería de estos para avivar las hogueras con que cocinaban y calentarse en las bajas temperaturas. Así , fue pasto de las llamas un antiquísimo retablo con episodios del martirio de San Vicente y que se sustituyó por otro retablo al que se añadieron imágenes de San Bernardo de Claraval y San Bernardo de Alcira . En el año 1835 se produjo la ruinosa desamortización de Mendizábal y la extinción de órdenes religiosas que produjo el fin de los más de 500 años de dominio de la abadía de Poblet sobre la Roqueta ,pero la ermita siguió siendo lugar de culto y destino de la romería que tenía lugar en la festividad del Santo con los populares puestos de “porrat. En el año 1935 la Congregación de los Padres Claretianos quiso instalar en Valencia una sede permanente estableciéndose en la ermita y , en el año siguiente con las revueltas de la Guerra Civil , desapareció el “llit de Sant Vicent” junto con el resto de mobiliario e imágenes . Mostramos como curiosidad un fragmento del dedo de la imagen del santo que desapareció y que un feligrés encontró en la calle. No obstante, el edificio no sufrió daños de excesiva consideración como sí sucedió con otros templos de Valencia.
En el año 1947 los Claretianos adquirieron el edificio de viviendas contiguo a la ermita e hicieron lo propio con esta comprándosela al Arzobispado. El propósito de esta adquisición era realizar en su solar la construcción de un nuevo templo que comenzó en 1949 , indignando el derribo de la ermita a numerosos valencianos que veían impotentes tal atropello a la historia. Por último , en el año 1975 , se construyó la actual Parroquia de San Vicente Mártir que sustituía a la parroquia anterior , menos funcional ,y de la que mostramos una lápida que recuerda el 25 aniversario de su ermita a parroquia. Esta conserva una cripta con un altar dedicado y paneles de azulejos que relatan escenas de la vida de San Vicente ( relato de su historia , la orden de retorcerlo en castellano y latín , memoria del lugar donde fue lanzado , y dos paneles con la comparecencia ante Daciano y el martirio de la Almoina ) . También se conserva la escultura barroca que existía y parte del muro de la antigua ermita ... la misma que hoy recordamos con nostalgia.